
Ciencia y literatura se unen contra la contaminación por micro y nanoplásticos
Hasta el domingo 20 julio se extendió la estadía de tres semanas que realizó el académico del Departamento de Polímeros de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la Universidad de Concepción, UdeC, Dr. Patricio Morales Flores en la Facultad de Filosofía y Letras de la U. de Málaga para trabajar con la literata Mita Valvassori.
Esta instancia surgió de la colaboración previa entre ambos investigadores y motivada por el interés de Morales –Doctor en Química Computacional y Química Biológica- de entrelazar la docencia con su investigación en torno al proceso de enseñanza-aprendizaje de las ciencias.
Específicamente, esta línea tiene que ver, detalla el académico, “con la cognición de los estudiantes, de ver cómo ayudarles a razonar científicamente para que puedan entender los contenidos que se les entregan”.
“Un profesional capaz de llegar al mercado y ser exitoso debe tener habilidades, no sólo como en nuestro caso, científicas, del mundo de las ciencias naturales, sino también en todos los otros ámbitos, como habilidades de razonamiento y pensamiento crítico”, asegura Morales.
En este contexto, han surgido aproximaciones a estas interrogantes “como la modelización mental y la neurodidáctica, que son áreas en las que he ido incursionando últimamente y tienen que ver, por ejemplo, con la forma de evaluar si una persona aprendió o no los contenidos”.
Al poco tiempo de incorporarse a la Universidad de Concepción, en 2015, el Prof. Morales participó en el programa CREA-Química de la FCQ que le permitió contactar, entre otros investigadores, a su colega María Cecilia Núñez Oviedo de la Facultad de Educación.
“Cuando ella me abrió este mundo nuevo para mí, yo pensé ‘esto es lo que estaba buscando’”, explica el científico, “porque ella tenía un procedimiento que me resultó al aplicarlo con mis estudiantes en el aula, motivándolos efectivamente a aprender más. Por esto, me decidí a seguir investigando en la línea de la didáctica, sobre todo después de que empecé a trabajar con memoristas de Pedagogía porque ellos también se motivaron mucho”.
Desafío complejo: colaboración internacional e interdisciplinaria
En esa búsqueda, el Prof. Morales, además, estableció en 2022, una colaboración interdisciplinar con su colega Mita Valvassori, en ese entonces, académica de la U. de Los Lagos, en Osorno. “El área de ella”, detalla el investigador de la FCQ UdeC, “se denomina ecocrítica y corresponde a las Humanidades ambientales y es la mirada de cómo los literatos dan cuenta de la ecología a través de sus textos y, para ello, siempre se necesita apoyo de la parte científica”.
Morales explica que la Dra. Valvassori se ha ido especializando en literatura creada por mujeres y también en la ecocrítica a través de otra investigadora española, Julia Varela, quien, desde la U. de Alcalá (también en España) es una de las impulsoras globales de esta línea de investigación. “Se trata de estudiar cuál es el impacto ambiental de las toxinas y contaminantes hoy en día -teniendo en cuenta el desastre climático- desde un punto de vista literario, como un novelista o un poeta lo ve, por tanto, es una perspectiva bien óntica”.
Gracias a un proyecto de Fomento a la Vinculación Internacional (FOVI) de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID, adjudicado por Valvassori, Julia Varela realizó una estadía en la U. de Los Lagos. “La idea era que todos quienes estábamos participando, diéramos alguna charla ecocrítica. Yo, que estaba adentrándome en el tema, como me gusta el cine, lo vinculé con la ciencia ficción de una película; como invadir un mundo, cambiar un mundo, era ecocrítico”.
Así, en 2022, comenzaron una colaboración estable al interior de este grupo de investigación. “Hicimos una página web, ellos hacían clases allá de esto en ciertas asignaturas, le hicimos entrevistas y encuestas a unos ex estudiantes de ella y yo también la apliqué acá en la UdeC a estudiantes de pedagogía, y eso nos permitió recabar información de cuál era la percepción que los estudiantes tenían respecto a los problemas medioambientales”, detalló Morales.
Preocupaciones ambientales
Con el cambio de afiliación de Mita Valvassori de Chile a España, el proyecto FOVI dejó de funcionar y el desafío fue mantener activa la línea de investigación pese a ello, ya que, sostiene Morales, “el tema es súper interesante porque es interdisciplinario y así surgió la posibilidad de que yo realizara esta estadía allá, justamente primero para retomar el lazo, y generar un lazo también entre la Universidad de Concepción y la Universidad de Málaga y, a partir de eso, hacer investigación que después nos lleve -que esa ha sido siempre mi visión- a una didáctica que pueda explicar esta conjunción entre la contaminación y la ecocrítica, tanto para estudiantes de química, por ejemplo, como para estudiantes de literatura, que ambos lo puedan entender”.
De esta forma, el Prof. Morales unió este interés de investigación con sus intereses de ciencia pura del ámbito de los polímeros y, más específicamente, por una línea que ha tomado mucha fuerza últimamente que es el desarrollo de soluciones a la contaminación por micro y nanoplásticos, “porque todavía no sabemos cuáles son sus consecuencias y recién se están investigando, por lo que le propuse hacer un paralelo en cómo es la contaminación de los microplásticos en aguas marinas, por ejemplo, y si hay alguna obra literaria donde se esté hablando de esto”.
Ser los primeros: abrir el camino
“Fue muy difícil porque nos dimos cuenta de que estábamos nosotros abriendo el camino, nosotros somos la punta de lanza, no hay nada al respecto, ninguna vinculación entre la ecocrítica y la contaminación por micro y nanoplásticos, no hay nadie que se esté haciendo cargo de eso en la literatura en las lenguas romances que es el área de ella y, por tanto, es una limitante”, detalló Morales.
Finalmente, encontraron una novela gráfica, pero no acerca de contaminación por micro y nanopláticos, sino por plásticos. Se trata de ‘Océano plástico’ de los autores Carlos de Paz y Fernando Beltrán. “Es un poemario que está ligado con fotografías de cómo las bolsas flotan en el mar como si fuesen medusas, pues ahí está la parte poética-tóxica porque se ve muy linda la foto, pero eso es muy perjudicial para los animales”.
Con esa obra en mano, comenzaron a realizar el estudio que, actualmente, están desarrollando a distancia. “Empezamos un paralelismo de cómo en esa obra y en las de otros poetas, por ejemplo, de ahí de la zona de Málaga, ellos veían el mar Mediterráneo como una cosa prístina, hermosa, inspiradora, de agua cálida, versus lo que es ahora, porque las playas de Málaga, así como la mayoría de las del Mediterráneo, están contaminadísimas por micro y nanoplásticos”.
En la actualidad, están desarrollando este estudio con apoyo de otras obras, no necesariamente elaboradas originalmente en lenguas romances. “Queremos llevar esto finalmente a un artículo científico que se pueda publicar en alguna revista de Humanidades ambientales, ecocrítica o ecología donde se vea ese trabajo y, lo más importante, es que hace falta que la narrativa se haga cargo ahora de los micro y nanoplásticos, porque no existe todavía esa investigación en profundidad; recién se está investigando y están saliendo los primeros resultados en ciencias sobre la contaminación por micro y nanoplástico”.